martes, 12 de octubre de 2010

john williams – stoner


en estos días, después de varias semanas de encuentros y ferias –sila, liber y frankfurt-, vuelvo a lo cotidiano, a lo que realmente me gusta y me relaja de esta profesión. estoy con la corrección de las pruebas de la novela stoner de un autor norteamericano del siglo pasado, john williams. es de esas obras que te hacen amar esto de ser editor. he sentido con su primera lectura la intensidad de saberme atrapado por lo que las palabras vierten, por la historia y por cómo se sacude la narración cual dragón chino en una de esas fiestas populosas, arriba y abajo, siguiendo el ritmo de los acontecimientos, que en este caso es el relato de toda una vida. siempre he sido un apasionado de los narradores norteamericanos, desde thoreau y emerson y su trascendentalismo, pasando por faulkner, steinbeck, doss passos, siguiendo con cheever, calver, roth, morrison o auster. por ello, cuando leí en una entrevista de unas de las autoras actuales que me fascinan, la francesa anna gavalda, los elogios que vertía sobre la novela que nos ocupa y su intención de traducirla personalmente al francés, no paré hasta dar con ella y conseguir los derechos. es curiosa la forma en que puedes llegar hasta una obra, las pistas que has de seguir y el rastreo hasta encontrarla, luego el regateo con agentes, cual mercader del gran bazar, para que un título determinado pase a engrosar tu catálogo. es quizás una labor igual de apasionante que la degustación final de su lectura. ese aroma que sueñas conseguir que se haga realidad en tu paladar literario cuando terminas de corregir la última página y la envías a la imprenta. la traducción ha corrido por cuenta de antonio díez que se mete por primera vez en una aventura como ésta y creo que ha sabido volcar al castellano lo que williams quería transmitir en inglés. espero que todos los que se acerquen en su día a esta novela encuentren el disfrute y el valor literario que a mí me ha sacudido durante su lectura.

3 comentarios:

  1. Lo primero y ante todo, no me queda sino felicitarle porque ha dado usted en el clavo. Stoner es una novela soberbia, perfectamente construida, una novela de personajes, de las que se leen pocas. La cabo de terminar y me la he leído como quien se bebe un chupito. Ahora bien, espero que tenga usted la suerte de vender un montón de ejemplares, los suficientes para que se tomen la molestia de revisar las pruebas o la traducción o lo que sea necesario para eliminar la multitud de erratas que hay en el texto. Comas mal colocadas, plurales que desaparecen e incluso tiempos verbales mal utilizados, que me temo derivan de una traducción apresurada. Se lo digo desde el mayor de los respetos.

    Un saludo

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  2. Comparto por completo la opinión de Ramón. Yo también he disfrutado enormemente la lectura de Stoner, a pesar de las múltiples erratas (confieso que han llegado a cabrearme). Pero, por suerte, una gran obra resiste una mala traducción o corrección. Y espero esa segunda edición convenientemente corregida e incluyendo algún párrafo que ha desaparecido, misteriosamente, en esta a la que, de momento, tenemos acceso.

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  3. La traducción es infumable. Parece traducida por un electrodoméstico.

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