jueves, 29 de julio de 2010

caballero burroughs - erik trufazz mix


afortunadamente, en esta etapa de mi vida laboral, soy de los que trabajan desde casa, creo que se le llama teletrabajo. alguna vez al mes tengo que pasar por la oficina para reunirme con ángeles y noemí. anteayer fue uno de esos días. subí en coche hasta la laguna y desde allí cogí el tranvía que me dejaría en el teatro guimerá, a dos pasos del callejón del combate, donde se ubica la oficina. iba pertrechado con un libro de burroughs, mi educación, un libro de sueños (península, 1997), un texto lisérgico, compuesto por sueños, anécdotas, y cotidianismos, descripciones de micromundos que el autor fue dejando escritos en servilletas y otras superficies dignas de ser embadurnadas por la tinta. a la mitad del trayecto, cuando ya el tranvía iba de bote en bote y mi lectura se hacía cada vez más psicodélica -de fondo niños gritando metidos en la burbuja de sus juegos-, oí una discusión que por momentos iba subiendo de tono. un señor de unos setenta años llamaba la atención a la madre de los chinijos por el comportamiento inadecuado de éstos en un medio de transporte público. en la refriega, cuyo volumen aumentaba al mismo tiempo que menguaban los rumores del resto del pasaje, la señora harta de oír lo de que “los niños de ahora eran unos maleducados” con respecto a las generaciones anteriores, le espetó a su adversario, varias veces seguidas y en un tono que no dejaba lugar a dudas: “hasta aquí hemos llegado caballero, si no le gusta la compañía bájese en la próxima parada”. y ahí quedó zanjada la discusión. son esos los momentos en que la lectura y el presente se las arreglan para ser sólo uno. en esos instantes, el señor burroughs era el director de esta obra de la que yo también era protagonista. debe de ser que me estoy haciendo mayor y esto de ser editor y lector compulsivo está trastocándome las lindes entre ficción y realidad. creo que a ello también ayuda lo que en esos momentos estés escuchando como paisaje sonoro para ese día. yo iba oyendo saloua de erik trufazz, un jazz entre lo onírico y lo étnico... una especie de vaselina para el sistema sensorial e imaginario.

lunes, 26 de julio de 2010

luz de luna


no agotarse en la lucha

abrazar lo que venga

con las branquias abiertas

estos tres versos los acabo de encontrar en el blog de mi compañera de viaje. tres versos que son como el sustento, la gasolina y la mecha para combatir el desasosiego, la jodida posma que quiere subirte patas arriba y acabar con los signos de luz que aún te quedan. tres versos que me sirven como trinchera, como muro que repele la ventolera que sigue y sigue sin dar tregua. tres versos que me arrancan las ganas, me florecen la esperanza, me aclaran la mirada. tres versos que me hacen mirar hacia arriba y cada noche, seguir aullando a la luna.

sábado, 24 de julio de 2010

yo estaba enamorado de merlene ottey


en la prensa de ayer, descubro que la pantera jamaicana sigue activa, con sus cincuenta años, continúa participando en competiciones atléticas de alto nivel. fue por los años ochenta cuando me quedé prendido de sus ojos, de esa fiereza que desprendía en su mirada, siempre en pugna con las atletas norteamericanas o con las soviéticas de entonces. en mi casa, desde siempre, se apostaba en todos los deportes a perdedor. vamos, mi padre decía que había que estar con los más débiles, que ya los ricos –real madrid, barcelona, europeos occidentales, rusos y americanos del norte- tenían suficiente fama y poder para encima estar animándolos. así que en el fútbol, me busqué un par de equipos a los que prestar mis apoyos, el elche de alicante y el betis. en los mundiales, apostábamos por las selecciones del este y luego por las asiáticas o africanas. en las olimpiadas más de lo mismo -sobre todo en el atletismo, que era lo que veíamos con una devoción religiosa-, cuando ganaba un africano, un latinoamericano o un caribeño, dábamos saltos y gritos de alegría. en natación recuerdo un caso con mucha emoción, siempre me preguntaba por qué no había nadadores de raza negra que destacasen. nunca supe la respuesta y las que encontré de contenido racial no me convencieron, pero en las olimpiadas de seúl de mil novecientos ochenta y ocho, un nadador de surinam -dónde queda eso, verdad?-, anthony nesty, se encargó de remendar esa escasez de éxitos en cien mariposa.
no sólo por eso apostaba por merlene, también sentía una devoción especial. a la vez que fiera, luchadora e indómita, era tremendamente guapa y parecía tener un carácter duro y algo hosco. esa mezcolanza me resultaba de lo más atractiva. avivaba mi interés por ella su procedencia jamaicana, ya que veneraba a esa isla y todo lo que tenía que ver con los rastafaris. ahora, casi treinta años después, esta dama ha dejado de participar como atleta de su país natal, según tengo entendido por discusiones con las autoridades atléticas –ayyyy!!, ese genio siempre presente-, y ahora es eslovena. me la imagino paseando su porte indómito por las calles empedradas de Liubliana. yo siempre le quedaré agradecido por haberme lanzado esa mirada, esa mirada que a través de los rayos catódicos de la telefunken de mis padres, hacía que el corazón me palpitara y soñase con emociones en blanco y negro.
a por ellas ottey!

jueves, 22 de julio de 2010

narración asincrónica


de vuelta a la isla. me salí con la mía y utilicé el iphone en mi viaje de vuelta para oír música. me encuentro al llegar con mi padre ingresado, afortunadamente sólo pasó dos noches fuera de casa. me entero por una carta certificada con acuse de recibo que mi cuenta ha sido embargada por la seguridad social. el seguro del coche se me caduca el próximo mes. el instituto camoes nos dice que no nos ayuda con la traducción de dos obras portuguesas porque no entran en las prioridades definidas por esa institución. tuve que ir a la revisión del urólogo y mientras esperaba, la grúa casi se me lleva el coche. seguimos sin solucionar lo de nuestro antiguo distribuidor en andalucía, ya han pasado diecinueve meses desde la última vez que nos hizo una liquidación. por fin nos llega la confirmación de que tenemos cerrado el acuerdo con la agente de wole soyinka para la reedición de unas de sus novelas en nuestra editorial. nuestro primer premio nobel y el arranque definitivo de la colección "áfrica" que dirigirá jorge portland. las librerías picasso se unen a paquebote y a agapea para las ventas de nuestros libros a través de la web. después de innumerables tropezones parece que el sila sale airoso. el ministerio de cultura nos concede cuatro mil euros para renovar la web y los equipos informáticos. me sorprendo con el comentario de iñaki gabilondo en la despedida de temporada del programa “hoy” de cnn+. he terminado de leer la novela de antonio lozano preludio para una muerte (ediciones b, 2006) –novela negra ambientada en el terruño insular-. he tenido como banda sonora el legend de bob marley. añoro bajar a darme un baño de agua salada, algo hace que me resista a caminar esos cien metros que me separan de ella. mañana viene idir a quedarse unos días. hace unos momentos he visto proyectada en la pared en tierra hostil de kathryn bigelow. el reloj del ordenador marca las cero treinta y siete. creo que es hora de irme a la cama. me llevo para corregir la novela de quintín alonso, primera novela de verano.

lunes, 19 de julio de 2010

vida y amores de una maligna

he terminado la novela de fay weldon, vida y amores de una maligna (tusquets, 1989). ha sido una de mis lecturas de vacaciones no editoriales, junto a carta de una desconocida del austriaco stefan zweig (acantilado, 2003). si en mi anterior post, alababa la excelencia de las ediciones de krk, en éste no puedo más que “criticar” o dejar constancia de lo poco que se esmeran algunas editoriales de “prestigio”, en este caso tusquets, en lo que se refiere a la composición: líneas huérfanas y viudas, palabras sin acentuar, corte de palabras donde no hay sílabas susceptibles de ello… se supone que editoriales como ésta, tienen departamentos encargados del buen hacer de las tripas de un libro. centrándome ya en la obra en sí, cuando estaba leyendo los primeros capítulos, encontré ya ciertas similitudes con la última película que había visto antes de marchar de vacaciones: un tipo serio, de los hermanos coen. en ambas obras, se describe un personaje maltratado tanto por su familia como por su propia escasez de gracia en cualquier aspecto de la vida. los hijos, en ambos chica y chico –ampulosas ellas, inquietos y revoltosos ellos-, son un verdadero tormento para los protagonistas, presentados más como una simple segregación carnal desprovista de afectos. los respectivos congéneres -en la novela el marido únicamente utiliza a la esposa como abrevadero de escarnios y mofas; en la película, la mujer desprecia al marido por su devaluación en los placeres de la carne y por lo rutinario de su comportamiento-, ponen a los protagonistas al corriente de sus aventuras amorosas extramatrimoniales de una forma simple y rotunda, como si esa práctica fuera lo más habitual –no dejan en ambos casos oportunidad para el asombro o la réplica, sólo cabe la aceptación de los hechos-. todo se aúna hasta la mitad de ambas obras, a partir de ese momento, las direcciones son totalmente opuestas. en la película el personaje termina siendo una caricatura de sí mismo, incapaz de rebelarse contra lo que se le viene encima, es engullido por la misma dinámica de la vida para luego ser deglutido por una enfermedad (eso queda vagamente dibujado ya que el film termina, si no de forma abrupta, sí con puntos suspensivos, aunque no deja muchas opciones a la imaginación). en la novela, por el contrario, el personaje llega al límite de lo soportable, y se reinventa. pasa de ser un objeto inanimado a convertirse en un animal feroz, cual escorpión vengativo que va a hacer pasar por el mismo filtro de dolor que ha mamado, al culpable de ello. y así lo hará hasta las últimas consecuencias con la curiosa particularidad, de que todo ese proceso de odio termina por convertir a la protagonista en un remedo –sólo físico- de la mujer por quien su marido la abandonara. dejarlo correr o enfrentarnos, dos opciones que siempre tenemos nada más abrir la puerta. claro que después, cada uno le dará la intensidad y las particularidades propias que desee a la opción escogida.

sábado, 17 de julio de 2010

krk ediciones


el otro día maileando con nicolás melini, uno de los cuentistas canarios para mí de más talento (historia sin cariño de remedios quiero besarte, 2005), lo felicitaba porque su última obra la acababa de editar en krk, una editorial ovetense a la que le debemos mucho, sobre todo en el prestar cuidado a las ediciones. aún recuerdo con emoción la visita que hicimos ángeles y yo hace ya algunos años a sus talleres. allí benito, el director de la editorial, me explicaba los fundamentos para editar un libro, tanto en la composición como en el diseño. ellos han seguido con su filosofía de distribuir por sus propios medios y de hacer unos libros de un acabado exquisito. allí trabajaba el ahora afamado autor ricardo méndez salmón –en febrero de este año me lo encontré en povoa de varzim y comentábamos aquel encuentro junto a braulio noriega, colega y promotor de paquebote libros-. también nos apoyaron al asistir al primer encuentro de editores que hicimos en tenerife, ofreciéndonos su ayuda y su saber en todo momento. desde aquí mi gratitud y todos los parabienes.

jueves, 15 de julio de 2010

generaciones


—¿Y vosotros?
—Nosotros somos los hijos de una generación que nos ama tanto como nos repudia —dice la chica con un mohín inquietante.
No dejo de observarla y admirar su belleza. Tienen unos ojos inmensos, almendrados y un hoyuelo fascinante en la barbilla.
—¿A qué viene eso?
—Nos mimaron, nos perfumaron, nos consintieron, nos dieron las mejores cosas y la mayor libertad. Y convirtieron su sueño en una esclavitud.

(El viaje del idiota. Miguel Pérez Cabanas. 2010)



cuando andaba con la corrección de la novela que menciono aquí arriba, estas líneas me dejaron noqueado. de repente estas palabras definían a la perfección a algunos hijos de mis amigos de generación. amigos que venían de movimientos alternativos, del aire nuevo que se respiró a finales de los años setenta del pasado siglo, compañeros que gastaron la juventud que ahora tenían sus hijos en intentar crear un futuro mejor, sobre todo en lo social. creían haber sembrado en su estirpe esa inquietud, ese espíritu luchador que ellos poseían como su gran tesoro. pero fueron incapaces de ver que de sus sueños germinaba una generación de jóvenes acomodados, que no tenían que luchar porque les habían dejado el camino tan limpio de ortigas y cardos que creyeron que eso era lo normal. y apurando un poco más, algunos hijos se escoraron a la derecha y vieron las palabras de sus padres como anacronismos de tiempos remotos. me da mucho que pensar en qué es lo justo, hasta dónde podemos dar y hasta dónde podemos exigir. cuán difícil es buscar el equilibrio en lo que trasmito a mi hijo, intentar que no se convierta en un cliché o en un enemigo de su ancestro.

miércoles, 14 de julio de 2010

arístides moreno y por favor, señor, apague su iphone

tercer día de la nueva era. hoy tuve que volver a despertarme temprano. tenía que coger el avión de las nueve y veinte para regresar a madrid. sólo tres noches en la isla y ya tenía que volver a la guagua con alas. siempre me es más agradable viajar a primera hora, parece que uno aprovecha más el tiempo cuando llega a destino. volaba sin equipaje, sólo con una bolsa de tela negra donde iba estampado lo de “canarias crea”, algo de sorna lleva el asunto al pensar en como los señores que hacen política cultural están dejando morir proyectos como éste con la excusa de que hay que sujetarse los pantalones, pero me pregunto yo, ¿es que sólo los de abajo tenemos que sujetárnoslos? pero supongo que es lo de siempre, exigir transparencia y ellos crear niebla artificial y confusión donde esconder su “juego”. a lo que iba. dentro de la bolsa sólo llevaba un original para leer, la obra de un autor ecuatoguineano -j. tomás ávila laurel- y una novela recomendada por inma, vida y amores de una maligna de fay weldon –obra que ya comentaré en otro post-. la verdad es que no me apetecía en esta ocasión leer por obligación por lo que me decidí por la novela. pero antes, saque mi iphone lo puse en modo de avión para así poder escuchar musiquita durante el viaje. y justamente viendo la selección que tenía por allí dentro, me encontré con el primer disco de arístides moreno samba de otro mundo-, un “cantautor-humorista” autóctono, con una forma muy particular de hacer su espectáculo. la verdad es que oírle a él y ponerte a leer una novela es contraproducente porque no vas a pegar gongo con la lectura, así que decidí apoyar la cabeza en la ventanilla y contemplar el paisaje –nubes sobre nubes y sobre nubes, nubes-. fue casi una hora de sonrisas volviendo a revivir el mejor disco del gran canario. a su fin, cuando buscaba alguna melodía que me dejase leer tranquilamente oí entre los auriculares a la azafata que amablemente me llamaba la atención porque la compañía con la que viajaba no permitía que estuvieran activados los iphone ni en el modo avión, así que tuve que mostrarle una sonrisa imbécil y hacer lo que me solicitaba. ahora tendré que pensar si cambio de compañía aérea para volver a casa o vuelvo a recuperar mi viejo ipod.

martes, 13 de julio de 2010

como en un relato de carver


Si ayer era el primer día de la vuelta a lo cotidiano, de la bienvenida de una gaviota con su deposición líquida en el ventanal de mi balcón, el reencuentro con la realidad profesional que he elegido para esta existencia mía, donde los bancos y las instituciones redoblaban sus llamamientos a mis puertas y ventanas reclamando sus capitales y por supuesto y sobre todas las cosas, sus intereses... hoy, segundo día de la nueva era, han sido desde muy temprano, los acreedores de otra índole los que se acercaban. estos acreedores son como yo cuando actúo de acreedor, dándole mil vueltas al asunto y rogando a todos los dioses, ciertos y desconocidos, por que regrese a nuestros bolsillos el pecunio resultante de nuestro trabajo. estos son los acreedores buenos y los que debemos alimentar. pero justo antes de esta rentrée, aún entre las candilejas del sueño, me sentí personaje de una historia cualquiera de raymond carver. interpretaba a la perfección esos tipos deshilachados que tan bien describe el escritor norteamericano. mi día empezó a las siete de la mañana. después de una ducha larga y purificadora pasé a un desayuno frugal, con los restos que se escapaban del eco de mi nevera y que amorosamente mi madre me había dejado la noche anterior para cubrir mis necesidades alimenticias urgentes tras dos meses sin aparecer por casa -buena conocedora de mi constante reiteración al abandono a la que someto mi despensa tras más de una década de independencia-. luego de quedar absorto por una lentitud conciliadora con mi naturaleza innata de caracol, una llamada de mi madre, hace que me espabile y dé un poco de velocidad al asunto. me visto con prisa y subo al garaje. hecho agua con una botella de seven-up a la luna delantera del coche porque hace más de dos meses que se tupieron los pitorros que expulsan el agua que se accionan a la vez que el limpia parabrisas –es lo que tiene vivir a cerca del mar-. le doy al mando y abro la puerta del garaje, que parece languidecer a cada intento de dejar hueco para que yo pueda salir. pongo música y me dejo transportar como si me sostuvieran por las orejas zigzagueando por la carretera local que me dejará tras siete kilómetros ante la puerta de la casa de mis padres. allí me esperan algo impacientes, la cita en el hospital para la prueba del sintrón es de siete y media a ocho y media -ya son las ocho-. trato de relajarlos y que no se estresen. al viejo lo veo un poco desmejorado y mi madre cada vez más sorda, repite las cosas que cree que digo sin acertar hasta la cuarta vez. calma, me digo, esto es así, es lo que hay. los llevo hasta el coche, intento que se acomoden y se colquen el cinturón de seguridad. arrancamos y con la música baja, trato de mantener una conversación que más que eso, parece un espectáculo de marionetas porque la vieja sigue sin entender nada y yo, soy todo gesto intentando acompañar a las palabras. el viejo con intentar parecer sereno hace bastante -la verdad es que cada vez está más pálido y no para de eructar-. por fin llegamos y cuando voy a buscar la silla de ruedas para transportarlo me dice la bedel que han trasladado la consulta al edificio nuevo. de vuelta al coche y rumbo al parking. ya en la nueva ubicación y sentado en la silla, nos toca buscar estrenar el nuevo recinto y por supuesto el ascensor. la nueva consulta está en la tercera planta. por fin encontramos la ventanilla y nos dicen que nos hemos pasado de la hora, que tendremos que esperar. yo me quejo alegando que hemos perdido un montón de tiempo trasladándonos a este nuevo lugar. se apiadan de nosotros y lo pasan pronto. traen a mi padre –cada vez más pálido y con los eructos más seguidos, algo no funciona-, esperamos por el informe y fecha de la próxima visita. cuando esto sucede y me dan el papel compruebo que nos han puesto cita para un miércoles y eso no puede ser, es día de diálisis. volver a buscar a la enfermera para que me haga el cambio, el viejo ya no aguanta, el calor y la espera están dejándolo tieso. dejo a mi madre a la espera y lo bajo a él a la calle, a que le dé el aire. afortunadamente recupera un poco el color. aparece la vieja y por fin, después de volver al parking, acomodarlos y regresar la silla de ruedas, podemos acometer el retorno. en diez minutos estamos entrando por la puerta aunque el viejo se tambalea y me dice que está agotado. por fin se puede sentar en la cama y quitarse la chaqueta. me pide un poco de agua. se tumba y quiere un cortado. mi madre lo trae en un momento y lo acompaño tomando yo también uno. llevo las tazas a la cocina y lo oigo reclamar a grito limpio la escupidera. cuando llego al cuarto me dice que le viene el vómito y así lo hace. una especie de líquido verde sale de su boca y se vierte en la bacinilla. quedo alucinando con el color de mejunje. le pregunto a mi madre si desayunó lechugas o potaje de berros. según ella no tomó nada verde, sólo un yogur y las pastillas. en las salpicaduras que quedaron en mi mano pude observar que el verde tenía pinta de ser restos de pastilla. sí, me dice la vieja, es la vitamina que le mandó el oculista, hoy es el primer día que se la toma. pues parece que no le ha sentado nada bien. recobra por fin el color y pierde el malestar. me quedo un rato más a su lado, la conversación vuelve a ser normal. les digo que me voy, que hoy me reúno con ángeles, es martes y tenemos que ver la situación de la editorial. sentándome nuevamente en el coche, empiezan las llamadas de los acreedores. caigo en un torrente de palabras que me van sacando del relato en que me he imbuido. veo que mi madre se acerca para decirme algo. viéndome ya en otra realidad, desiste de seguir y me dice adiós con la mano. deja que por fin salga del relato de calver y vuelva a ser devorado por lo cotidiano.

lunes, 12 de julio de 2010

Eu nom te espero


Desde la última vez que me asomé a esta ventana nos han pasado multitud de cosas: ferias del libro de madrid y tenerife, la book expoamerica, se nos fue maría josé de prensa, la crisis que sigue dando duro, los bancos que reculan y aprietan, las vacaciones, las notas de mi hijo, las instituciones publicas, unas que recortan y otras, que ahogan y exigen. supongo que lo normal para estos tiempos que corren, a unos más que a otros y viceversa, pero es el cantar de todos los días, tanto a nivel oral como escrito o a golpe de bit. afortunadamente, mi cuerpo no se ha quedado estático y ha rodado en estos dos últimos meses por muchas geografías: nueva york, madrid, ámsterdam, leganés, asturias y galicia. ahora que por fin he parado la pata y he regresado a la isla, y mi primer día de curro se ha convertido en un torrente de despropósitos, tengo que decirle al mal rollo “eu nom te espero”, al igual que unas pancartas que vi ayer en santiago colgando de algunas ventanas en referencia a la próxima visita de su “santidad” a tierras galegas. y es que aún quedan insurrectos dispuestos a manifestarse ante tanto mamoneo y tanta becerrilidad. que todos los tengamos en nuestras mentes y en nuestros corazones. así sea