domingo, 20 de febrero de 2011

noemí


cuatro años que han pasado como un soplillo de aire. desde su entrada en esta casa pasó a ser la cara amable, la sonrisa, la palabra cariñosa, la voz de la editorial con todos los autores, con las distribuidoras, con las agencias, en ferias y “acercando orillas”… con todos los que se asomaban a nuestra puerta interesados por lo que hacíamos. si maría josé nos dio el impulso para ser más visibles en prensa, blogs y ciberespacio en general, noemí logró con su constancia y trabajo de hormiguita, crecer y mantenernos unos cuantos escalones por encima de lo que estábamos cuando ingresó en la editorial.

cuatro años en los que hemos compartido risas, lágrimas, cabreos, viajes, satisfacciones y sobre todo, mucho trabajo y muchas ilusiones. recuerdo siempre sus saltos de alegría cuando conseguíamos un nuevo distribuidor o cerrábamos un contrato con alguno de los autores a los que teníamos echado el ojo. también su sonrisa entre inquisitiva y curiosa, cuando era una de sus fotografías la que pasaba a ser cubierta de uno de nuestros títulos.

cuatro años que han pasado en un pispás. son momentos de cambio para unos, recogimiento y vuelta a los orígenes para otros. las circunstancias que sacuden estos tiempos que nos está tocando vivir, nos obligan a tomar decisiones para que la vida misma nos insinúe nuevas satisfacciones, otros retos, más oportunidades.

sólo me resta desearte todo lo mejor en esta nueva etapa que inicias, que esa sensibilidad que llevas implícita la apliques a todo lo que hagas y a todo ello, le pongas el corazón y la constancia. quizá más adelante nos toque bailar otra pieza juntos.

domingo, 13 de febrero de 2011

bregando

háy jános

a trancas y barrancas, vuelvo a la actividad de editor. el año ha comenzado con más sobresaltos, despedidas, y sobre todo, una vuelta a los orígenes. he tenido que engancharme de nuevo a la noria que da vueltas al pozo para devolver a la atarjea el agua evaporada. cual dromedario majorero que de tanto pasar sobre sus mismas huellas creó surcos, ando yo redimiéndome de los pecados a los que los sueños me han llevado. he tocado el suelo, he raspado con las uñas y me he asegurado que es puro volcán lo que hay debajo. ya sólo me resta apretar bien las plantas de los pies contra esa superficie sin resquebrajos y tirar hacia arriba con fuerza, con desparpajo, con aire limpio, que el impulso sea el combustible, que la alacena de títulos que llevo bajo el brazo, sean el pasaporte de la estabilidad. las arenas movedizas, los desvanecimientos digitales, los cambios de hábitos siguen propiciando la inestabilidad del libro tal como lo entendíamos hasta hace muy poco. pero sigo en mi empeño, en mi lucha de david haciéndose un hueco en estas posesiones de goliat. quiero seguir descubriendo autores, tanto hispanos como de otros lares, quiero seguir dando a conocer obras que creo son interesantes y pueden tener un montón de lectores. a final de año llegaba john williams con stoner. y ahora, de nuevo desde mi cueva, les voy a ir abriendo los postigos de mi ventana para que les dé la luz y vayan conociendo en estos meses cositas buenas, lecturas que alimentan, autores que tienen la virtud de darnos en la testa y despertar emociones. ya viene, ahorita mismo, bajo el seudónimo de elvira rebollo, una joven escritora vasca que nos da en las narices con su escritura fresca, divertida, aventurera: loca novelife es el título de su primera novela. desde hungría será háy jános quien nos traerá su penúltima novela, el niño, de impecable factura y de una originalidad narrativa extraordinaria. son malos tiempos para el papel impreso y para los editores suicidas, pero qué hay más importante para un mortal, que intentar realizar sueños, vivir intensamente y sobre todo seguir siendo fiel a lo que cree. pues amigos, los invito a seguir bailando.