lunes, 31 de diciembre de 2012

cerrando la puerta del 2012



Se va el 2012, se va va por el sumidero como agua sucia. en lo social, en lo cultural, nos ha dejado un montón de desazón pegada a los sentimientos, unas tremendas ganas de llorar, de gritar hasta desgañitarnos. afortunadamente, esa misma bajada a los infiernos, ha traído consigo un mayor acercamiento entre los descastados. han surgido nuevos métodos de lucha, de protesta, de solidaridad, de acción. nunca había visto antes tanta gente, desde tantos puntos distintos, avanzar en una misma dirección. con esa renovación espiritual han venido nuevas inquietudes, nuevas consideraciones y nuevas admiraciones. aunque nuestros insensibles dirigentes nos auguran más recorte y mano dura para el 2013, del otro lado seguro, también habrá más y mejores respuestas a sus desmesuras.

a bote pronto, y exageradamente comprimidas, ahí van mis listas de lo - y lo +.

mis peores instantes:
1.- el descaro del gobierno de canarias, apropiándose con total impunidad de nuestro SILA, el curro de diez años.
2.- la nula aceptación de una novela en la que tenía puesta mis esperanzas: Si nos encontramos de nuevo, de Ana Teresa Pereira.
3.- el rodillo fascista del gobierno rajoy bajo las ordenes del imperio económico.
4.- los desahucios hipotecarios y sus suicidios. el rescate de la banca.
5.- la nueva mayoría del partido popular en las elecciones gallegas.
6.- la sensación de que el analfabetismo ideológico tiene difícil cura.
7.- la inmunidad de la mayoría de políticos corruptos.
8.- que Robin Hood todavía no haya resucitado.


mis mejores momentos del año:
1.- en lo musical el descubrimiento de la neozelandesa Kimbra, pero principalmente, la voz, la personalidad y la fuerza del israelí Asaf Avidan.
2.- la valentía de Willy Uribe, con su huelga de hambre pidiendo el indulto de Reboredo.
3.- el aguante de Stoner durante otro año más como obra literaria de culto.
4.- el movimiento "rodear el congreso" como alternativa pacífica a la inutilidad, descaro e impunidad de la clase política.
5.- las acciones de los yayoflautas.
6.- el primer poemario editado por Batania/Neorrabioso en ediciones La Baragaña.
7.- los viernes de negro del funcionariado.
9.- el descubrimiento de Idir como mi chef particular.
8.- Kyoto, mis 50 años e Inma Luna, su persona y sus versos: "leemos y soñamos con cielos despejados / con una casa con jardín".






miércoles, 12 de diciembre de 2012

Willy Uribe, con la dignidad a cuestas



Le conocí en Zadar (Croacia), cuando junto a Inma Luna, Ana Pérez Cañamares y Manuel Osu hacíamos un Acercando Orillas a ese lado del Adríatico. Terminaba de pasar allí un mes gracias a una beca que le había dado la ciudad. Esta consistía en alojamiento y manutención. El objetivo era escribir un texto donde se dejara constancia de la ciudad. En una de sus plazas, guarecidos del sol bajo el toldo de una terraza, junto a otros escritores y gente de la universidad, me contó de su afición por el surf y la fotografía. Conocía la isla, había cogido olas frente a mi casa, entre Bajamar y La Punta. También me contó como en su viaje de ida, que lo hizo en coche, casi lo asaltan en Marsella mientras pasaba la noche dentro del auto.
Y ahora lo veo en la prensa. Ha decidido dar el salto de la palabra a la acción. Con dos cojones, como diría Antonio Vizcaya. ¿Qué grado de indigestión se necesita para entrar en acción, para hacer algo que remueva, y no solo de cara a la galería sino para con la dignidad de uno mismo? ¿Vamos a seguir el ejemplo de Willy, vamos a buscar alternativas de lucha, vamos a enfrentarnos a la política de cabeza borradora de este gobierno, o vamos a seguir mirando la ventana esperando a que esto se arregle así por las buenas, como por arte de magia?
Querido Willy, nos has puesto el listón bastante alto. Espero que tu ejemplo sirva para que otros empecemos a dar pasos, para que no solo sea palabrería nuestra acción.
Seamos imaginativos, seamos osados, seamos combativos, seamos dignos.

domingo, 18 de noviembre de 2012

912843500



hoy llaman después de las dos de la tarde desde madrid. creo que es alguien de la familia. no!, en este día y a  esta hora quieren hacerme una encuesta. "bueno", le digo a la señora, de tono aséptico y poco agradable, que hace de interlocutora, más por idiosincrasia de canario perogrullo que por otra cosa. me pregunta qué edad tengo. "50" le digo. al parecer no doy la talla, ya que no había terminado de decir "...ta" cuando oigo el pitido de corte. me quedé mirando el auricular, con cara de gilipollas y murmurando, o creo que murmuraba, ya que ahora pensándolo con detenimiento, sólo abría la boca como el pez que desde la pecera mira con cara de estupidez apócrifa. en fin, pa sacudirme un poco la sensación de orsai, busqué en internet algo sobre el dichoso número y encuentro otros casos como el mío. quizá me dé por fundar la plataforma de afectados por el 912843500. todavía tengo la mosca detrás de la oreja, haciéndome preguntas de quién y con qué motivo hacen estas llamadas. hasta intenté llamar pero la voz enlatada de señorita que me respondía desde el otro lado me decía que ese número no existía. ¿serán llamadas desde otra dimensión? vete tú a saber, que diría mi madre.

domingo, 4 de noviembre de 2012

jet lag y sin corazón no hay paraíso


hace cinco días que regresamos del país del sol naciente, cinco días en los que nuestro cuerpo sigue allí. dormimos después del almuerzo, y los ojos como los de las lechuzas a las 5,30 de la madrugada. siempre creí que el jet lag era una leyenda urbana, pero evidentemente no es así, se ha instalado en nosotros como cosa mala. lo bueno de estos repentinos madrugones es que tienes tiempo suficiente, antes de empezar tus actividades cotidianas, para hacer repaso, para profundizar y sacar las hebras a lo que te ronda o a lo que en otro momento se te esconde. en ese cartel que se muestra en la foto, con el que topamos nada más poner los pies en kyoto, reza: "ahora, la vida vive en ti". iba a esa ciudad a cumplir cincuenta años. Es una de esas ideas que de repente te vienen a la cabeza y sabes que tienes que hacer, un momento especial en un lugar especial. una ciudad de templos y espiritualidad. necesitaba centrarme, mirar atrás, repasar y posicionarme para encarar el porvenir. ir tan lejos para que un cartel te dijera lo evidente, para reafirmar, sellar y coser lo que el tambor interior estaba murmurándote en cada latido. pero también, ese cambio cultural y social que encuentro en los antípodas de mi lugar de nacimiento, me sacude desde el tobillo hasta las partes que tengo atoradas en el cerebro. atrás, temporalmente, dejo la necrosis que está royendo los pilares de lo que parecía inamovible. conquistas sociales y sueños de prosperidad están siendo cercenados por el cortacésped de una clase política chulesca, sinvergüenza e impune. allí, el mundo parecía del revés. las conductas, las normas, lo social, la diversión, la irrealidad, lo obvio... nada tenía que ver con lo tuyo. en cierta forma, me estaba filtrando las pautas, lo esencial del devenir. la importancia de lo humano frente a las formas y a la cáscara. lo vital frente a los adornos, ropajes y tendencias. vamos, vivir con dignidad y si hace falta con toda la rebeldía necesaria para que nos haga ser y sentir dignos.

viernes, 26 de octubre de 2012

A mis 50


adelanto ocho horas de reloj y doy un brinco de trece mil kilómetros para llegar a ellos. Pero antes de que el gong marque el instante, debo abrirme en canal y dejar que las tripas y las entrañas se muestren al sol, vomitar todavía las miserias que me anidan. No valen propósitos de nuevas enmiendas ni punto de inflexión. Solo los hechos hablarán por mí, de las interpretaciones ya se encargarán las lenguas, malas o buenas. Sí siento el cambio de rail, la estrechez de la vía, cómo mengua la velocidad del impulso. Afortunado porque al fin de la senda sigo viendo el principio que me he marcado y he pretendido que me acompañe. Sigo soñando, pero ahora ya son sueños raseros, no tan imbricados con las nubes. Agradecido por las personas que he conocido a lo largo del camino, por sus enseñanzas, por su amistad, por sus zancadillas, por sus reparos, por sus esperanzas. Ahora a desandar, a desenmadejar la humildad y a tejer las certidumbres. Que todos lo veamos.

sábado, 29 de septiembre de 2012

Lectura para tiempos insurrectos




Richard sintió que la amargura ocupaba el lugar de la náusea que lo había arrancado de su asiento. Pasados veinte años, treinta años, pensó, toda clase de gente alegaría haber defendido posiciones básicas, fundamentales, en el movimiento en favor de los derechos civiles. Pocos tendrían razón, la mayoría serían farsantes. Lo que no podría refutarse, pero permanecería invisible para los periódicos y libros que compraba destinados a los alumnos, sería el papel de la gente corriente. El bedel que apagaba las luces para que la policía no consiguiera ver nada; la abuela que se quedaba con los niños para que las madres pudieran asistir a la manifestación; las mujeres de rincones perdidos del país con toallas limpias en una mano y un arma en la otra; los niños que llevaban pilas y comida alas reuniones clandestinas; los sacerdotes que mantenían en calma a iglesias enteras de manifestantes acorralados hasta que llegaba la ayuda; los viejos que recomponían los cuerpos rotos de los jóvenes; los jóvenes que abrían los brazos para proteger a los viejos de los bastonazos a los que no podrían sobrevivir; los padres que secaban los esputos y las lágrimas del rostro de sus hijos y decían: "No pasa nada, cariño. No te preocupes. Nunca serás un negro de mierda, un cochino zulú, un cafre asqueroso ni ninguna de las cosas que los blancos enseñan a decir a sus hijos. Eres una criatura de Dios". Sí, pasados veinte años, treinta años, esa gente estaría muerta u olvidada, y sus pequeñas historias formarán parte de archivos menores o, tal vez, de la nota a pie de página, aunque habían sido la columna vertebral sobre la que se mantenían los que salían en la televisión.

                                                                 Paraíso, Toni Morrison

jueves, 2 de agosto de 2012

Remedios caseros de Carmen Rosa



a unos meses de cumplir los ochenta, da vueltas sobre su estela. dos pasos hacia la nevera y parada en seco: "qué venía a buscar?". sus ojillos menudos repiquetean buscando la respuesta, intentando pescar entre la maraña de sus objetivos y lo cotidiano. "ya no tengo cabeza, se me va todo". da la vuelta y vuelve al punto de partida. su nueva obsesión, el adecentamiento de la casa. desde la partida de juan antonio a dimensiones inorgánicas, su rutina se mermó. pero ella necesita objetivos para mantenerse en forma. "dichosas humedades", "un hombre que me arregle esto sale muy caro", "y tú ya no disparas chícharo en la casa". pues al ataque. le advierto que ni se le ocurra subirse a una escalera. me voy un piso más arriba con ángeles a las tareas editoriales, mientras ella se sumerge en su runrún, su matraquilla, su cabezonería. cuando nos vamos a marchar, la editora jefe la sorprende llevando a la práctica la solución a sus angustias. brocha atada a la punta del palo del escobillón. cumplió su palabra: no se subió a la escalera y acabó con los estigmas de la humedad que tanto afean.

lunes, 30 de enero de 2012

a donde la palabra nos lleve

entramos en un nuevo año, la crisis sigue golpeando, miles de personas siguen cayendo en el paro. cumplimos 20 años este mes, una celebración amarga por lo que nos rodea y embute. pero también celebración feliz, porque son 20 años intentando hacer nuestro camino según lo que la conciencia y el gusto nos dicta. celebración por poder seguir editando a autores que, sobre todo en estos momentos, tienen tanto que decir. nos gusta que la palabra sea punta de flecha, denuncia, trabajo y brega. también que la palabra sea justicia y dignidad. y por supuesto, que la palabra sea alegría, renovación, celebración y vida.


"Una noche sin luna Guadalupe de Blanco cruzó la frontera de rodillas. Se comió la arena del desierto y regó el suelo de Arizona con la sangre de sus pies.
El sábado 3 a la tarde tropezó con una botella de agua caliente, de ésas que los perros hermanos tiran sobre el desierto a la espera de salvar algún que otro moribundo.
El domingo se durmió muy despacio con la esperanza de no despertar al día siguiente. Pero despertó, casi ahogada sobre una gran mancha que había estampado su cuerpo en la piedra. Reconoció el halo vaginal de la Guadalupe que la había acunado toda la noche y la había devuelto al mundo con amor y sin piedad. Enseguida sintió el temprano rigor del sol, otra vez en su lento trabajo de chupar de su piel y de su carne y de su cerebro el agua que le había ganado a la suerte del día anterior. Entonces volvió a meter el corazón todavía húmedo y palpitante en el pecho, se levantó y por obediencia al Cosmos siguió caminando."

Crisis, Jorge Majfud, Baile del Sol, 2012.