la otra noche
mi padre vino a visitarme
sentí su mano cálida sobre mi hombro
y sin palabras, o solo intuyéndolas, me dijo:
"tranquilo hijo, todo irá bien... todo irá bien"
al despertar y asomarme al balcón de la realidad
el mundo, sus habitantes, seguían despedazándose
los que portan sacos cargados de crueldad, odio, guerra,
intolerancia, racismo, despotismo y demás inquinas
deberían ser tragados por esos mismos sacos y
perderse en el más oscuro de los silencios
hasta desmoronarse
mi padre vino a visitarme
sentí su mano cálida sobre mi hombro
y sin palabras, o solo intuyéndolas, me dijo:
"tranquilo hijo, todo irá bien... todo irá bien"
al despertar y asomarme al balcón de la realidad
el mundo, sus habitantes, seguían despedazándose
los que portan sacos cargados de crueldad, odio, guerra,
intolerancia, racismo, despotismo y demás inquinas
deberían ser tragados por esos mismos sacos y
perderse en el más oscuro de los silencios
hasta desmoronarse