Hay momentos en la historia del universo que todo se troca, todo parece salirse de órbita y la angustia de lo desconocido y la incertidumbre del giro de los planetas crean un temor a lo que todo ello nos pueda deparar. afortunadamente dentro de todo ese caos, por arte de birlibirloque, en un instante mágico, la conjunción de satélites trae una esperanza, una pequeñita luz con suficiente energía para salir de los eclipses y mantener el sentido gravitatorio de los días y las vidas, y seguir danzando a la espera de que la estrella que nos guía vuelva a darnos el calorcito necesario para que nuestros motorcitos se recarguen y de nuevo nos reconduzcan a la órbita de las que fuimos expulsados. por ello, esos instantes se retratan, se guardan y se señalan en el calendario, para recordarlos en los momentos en que los nubarrones vuelvan a enredar el giro de los planetas.
miércoles, 28 de abril de 2010
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