Este mail ha llegado esta mañana a mi buzón, y sé que se sale de lo concerniente a este blog, pero sea cierta o no esta noticia, la verdad es que es un fiel reflejo de lo que pasa en las islas con el tema de la sanidad pública.
"Me llamo Óscar Mendoza y soy el hijo de la persona que ha fallecido en la puerta del centro de salud de Hermigua.En primer lugar decir que estoy a disposición de los medios de comunicación para dar toda la relevancia a este asunto. Mi correo electrónico es omenseg@telefonica.net. No quiero dinero ni venganzas (por eso no acudiré a los tribunales) pero sí quiero dejar constancia de ciertas cosas. Creo que las lágrimas de mi madre me legitiman para exponer todo lo que rodeó la muerte de mi padre.Sé perfectamente que la causa de su muerte está basada en la famosa diferencia entre guardias presenciales y guardias localizadas o, hablando claramente, entre vivir, por ejemplo, en Tenerife o en La Gomera. ¿Se imaginan a una persona de Tenerife que muere en la puerta de un centro de salud después de que su hija y su esposa estuvieran tocando en la puerta y llamando al 112 más de media hora? ¿Verdad que no? Pues eso pasa en La Gomera. Y no es la primera vez que pasa. Hace apenas dos meses murió un chico de aproximadamente 35 años en circunstancias muy parecidas. La auténtica causa de la tragedia de mi familia es la falta de inversión en sanidad pública (algo similar pasa en educación, mundo que conozco muy bien ya que soy profesor). No hace falta ser muy listo para darse cuenta de que lo básico de una sociedad es la sanidad y la educación, pero para los políticos canarios (de todos los colores) parece que eso no es importante. ¿Será porque no es rentable económicamente? ¿Qué negocios ocultos tienen en la sanidad privada o en la educación concertada para no poner los medios adecuados para que los canarios pobres tengamos derecho a lo más importante? A lo mejor, y estoy pensando en alto, es que su capacidad no da para más, a pesar de tener todos estudios universitarios, aunque ya se sabe que “lo que natura no da, Salamanca no certifica”.El descrédito de los políticos en España es algo que muchos se han ganado a pulso (no hace falta recodar los casos de corrupción que llenan portadas de periódicos) pero quiero seguir pensando que en las capas de decisión todavía hay gente que vela por aquello de la “res publica” y que no está ahí por los sueldos, bastante abultados por cierto, o por sus increíbles prebendas y privilegios. Remito a los lectores al libro “La casta parasitaria” aparecido a finales de noviembre pasado para ver cómo viven nuestros políticos. Algunos me acusarán de demagogia pero yo les preguntaré en qué he mentido o en qué me he equivocado. Además ellos no han enterrado a su padre en circunstancias como yo he enterrado al mío.En los municipios de Hermigua y Agulo tienes que ponerte enfermo antes de las 22 horas. De lo contrario te juegas la vida si es algo grave (mi padre da fe de ello) ¿Saben eso los políticos de Canarias? ¿O será que ellos disfrutan de seguros privados y viven en islas capitalinas? ¿Los gomeros del norte son canarios de segunda? ¿No pagan sus impuestos?Siempre me he preguntado cuánto dinero se ha ido en tranvías, auditorios, policía autonómica, televisión autonómica, carnavales, fiestas de todo tipo y demás obras faraónicas, típicas de una sociedad de nuevos ricos que ha olvidado a donde queremos ir y qué es lo realmente importante. Este país llamado España ha perdido los valores por completo y por eso se ven cosas que hace 20 años no se veían. TODOS los políticos, de todos los gobiernos democráticos, han tenido la culpa de ello. Yo vivo en Tenerife y no me encontraba en Agulo cuando pasó todo pero puedo decir que a mi hermana y a mi madre nadie las ayudó, NADIE. En esas circunstancias no sé como yo hubiera reaccionado pero posiblemente escribiría esto desde la cárcel. Por otro lado también sé perfectamente que el personal sanitario no tiene culpa de nada. Siempre he tenido buena opinión de ellos y tengo amigos en el gremio. Como ya he dicho no quiero venganzas ni dinero, solamente que todas las autoridades políticas (no quiero personalizar en ningún partido) asuman sus responsabilidades y mi padre sea la última persona que muere por falta de asistencia. De lo contrario pensaré que para los políticos canarios la vida en el norte de La Gomera no vale nada y entonces, y sólo entonces, les maldeciré a TODOS y desearé con todas mis fuerzas que la suerte les sea tan desfavorable como la mía cuando veo llorar a mi madre."
lunes, 11 de enero de 2010
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