domingo, 21 de junio de 2009

Volver a las trincheras

Hace más de mes y medio que me asomé por última vez a esta ventana. Por entonces, aún estaban recientes mis heridas de la batalla anterior con la lumbagia. Desde entonces, esas heridas se han cerrado y me he inmerso como agua en tierra reseca en una cantidad de actividades frenéticas. Lo primero que se nos venía encima, fue el Acercando Orillas de Madrid, donde se reunieron más de una decena de autores en un encuentro emocionante donde parte de la "familia bailonga" compartía la palabra, la poesía y las cervezas.
Después de una semana acompañando a Inma por tierras croatas, volví relajadito y con ganas de ir tomándole nuevamente el pulso a las actividades editoriales. Ahí estaban dos ferías por organizar y llevar -Tenerife y Madrid-. Especialmente la última, donde por primera vez, y tras muchos años de intentos, el nombre de la editorial lucía estampado en una de las casetas instaladas en el Retiro. Para estar a la altura de las circunstancias, tuvimos que engrasar la máquina de edición. Durante la última semana de mayo y la dos primeras de junio, sacamos más de 20 títulos entre novedades y reediciones. Fue la ocasión para ponerle cara a muchos autores que sólo conocía a través de mail o teléfono.
También tuvimos unos días de especial difusión en los medios, gracias a la mesa redonda sobre el worst seller, ya que fuimos una de las editoriales incluidas en dicha mesa -pero ya la editora de la editorial habla de ello en su blog (http://lagatacristi.blogspot.com/).
Después de 17 días intensos entre caseta, Leganés y Tenerife, llegó la hora del balance y asentir con los resultados. Nos sentimos contentos con el resultado y volveremos a repetir el próximo año.
Ahora, he vuelto al relax, con Inma me he venido a celebrar su cumple, la he traido por sorpresa a Budapest y tras dos días en ella, la sonrisa en el semblante y el sosiego se va acumulando en la patas de gallo. Recargando pilas y preparando la estrategia para julio y agosto, los meses que más a gusto paso trabajando detrás del ordenador.
Pero de aquí a allá, seguiré asomándome a esta ventana y seguiré contando mis andares.
Sólo espero que el tiempo en que esto suceda, no se alarge como esta última vez.

1 comentario:

  1. Pues bienhallado compadre. Me alegro de que estés (más) bueno ;-)

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